lunes, 26 de diciembre de 2011

MÚSICA, DISCRIMINACIÓN E IDEOLOGÍAS

Elias Reynaldo Ajata Rivera

elias_two7@hotmail.com

Cel.:77207625

RESUMEN

En un nuevo contexto donde Bolivia está tratando de acomodarse a la realidad plurinacional y multilingüe es necesario aplicar los conocimientos lingüísticos a los problemas y fenómenos de nuestro entorno. Con toda seguridad, hasta el momento la mayoría de los lingüistas se han abocado a estudiar lo inherente a la lingüística interna descuidando de esa manera la externa. Por ello, en esta oportunidad abordamos la música como medio de expresión de la humanidad. Diariamente escuchamos un sinfín de ritmos y canciones, en todas partes y en circunstancias diversas. Sin embargo, no a todos les gusta lo que a los demás sí porque, como ocurre con la comida, las inclinaciones varían. A causa de estas diferencias surgen jerarquizaciones infundadas y, por supuesto, discriminaciones y conflictos de unos contra otros, que asocian las preferencias con superioridades e inferioridades. En ese ambiente, es bueno preguntarse ¿Son relevantes los factores lingüísticos en tales comportamientos? ¿Son fundadas las distinciones sociales y culturales realizadas en base a gustos musicales? ¿Qué contenidos son predominantes en las piezas musicales? ¿Son las letras o los simples ritmos los que originan comportamientos discriminatorios que van en contra de la interculturalidad? Este artículo trata de responder estas interrogantes y otras parecidas, buscando explicaciones en base al discurso y al comportamiento social.

Palabras Clave: Música, discriminación, ideología, cultura, cosmovisión

INTRODUCCIÓN

Muchos piensan que sería cuestionable llamar al ser humano como tal sin la música. Es un fenómeno universal; así como la religión y el lenguaje. En todas las culturas, es un medio de expresión. Por medio de ella se transmite no solamente sentimientos, como generalmente se cree, sino también emociones, pensamientos, ideas y conocimientos, entre otros. Jorge Garzarelli indica que la “Música en cuanto ritmo se une al cuerpo, en cuanto melodía al afecto y en cuanto a armonía a la razón”

Conocemos por música, en su definición tradicional, al arte de combinar los sonidos y silencios en un determinado tiempo en base a principios elementales como la melodía, la armonía y el ritmo, teniendo como producto una sucesión acústica agradable al oído que transmite un estado del espíritu. Su sonoridad organizada y estética se manifiesta a través de diversos objetos a los que denominamos instrumentos y también mediante la voz. De la misma manera, hay que hacer notar que existen ritmos que cada día se van multiplicando de acuerdo a la evolución cultural y social.

Se dice que se originó mediante la percusión de objetos que generaban sensaciones agradables a los oídos; tales como piedras, cueros de animales, madera o el piso. Rowbotham habla de tres etapas en la prehistoria: la del tambor, la de la flauta y la de la lira. Por su parte, Wallaschek menciona que la flauta habría aparecido antes que el tambor. No obstante, sin considerar cual fue el primero, lo importante es que con el transcurrir del tiempo ingresaron al escenario nuevos instrumentos y estilos musicales novedosos llegaron a competir por un espacio en el oído de los seres humanos. Al fin, nos encontramos ante artefactos que sirven para producir y reproducir melodías sin los que sería difícil entender el fenómeno musical de nuestros tiempos. La palabra música viene de un grupo de personajes mitológicos femeninos de la antigua Grecia conocidos como “musas”, quienes bajo la dirección de Apolo entretenían a los dioses e inspiraban a los artistas.

Ahora bien, no sólo hay que considerar el hecho como un algo aislado. Merriam nos dice, por ejemplo, que la música está hecha de lo musicológico y de lo etnológico, y que los procesos conductuales humanos (valores, actitudes y creencias de la gente que comprende una cultura particular) desembocan en el sonido musical. Asimismo, la sociedad, la economía, la cultura, la religión, la política, la cosmovisión, la identidad, la ideología y el lenguaje se vinculan con ella.

Este patrimonio humano tan importante tiene mucha influencia en nuestras vidas. Esa situación hace que tengamos que abordar una de las facetas de su existencia como es su incidencia en las interacciones e interrelaciones sociales y culturales con el fin de generar una consciencia integradora e intercultural en los que pasen la vista por estas líneas.

DISCRIMINACIÓN Y RAZONES PARA DISCRIMINAR

En uno de los programas de televisión más vistos en Bolivia, organizaron un encuentro de jóvenes en el que el tema de debate era “¿Cuál es el mejor ritmo musical?”. En él participaban chicheros, rockeros, hip hoperos y otros, pero no había nadie que defendiese a lo que conocemos con la denominación de “música nacional”. Pese a ello, entre atuendos y melodías los participantes se trasquilaban mutuamente con los argumentos de que “la chicha es lo mejor”, “el rock es lo mejor”, “el hip hop es lo mejor” y así sucesivamente. Al terminar la discusión, había demasiado distanciamiento, enfado y discrepancias por doquier porque no se había llegado a ningún consenso. Justamente en el cierre, como surgido desde las profundidades de la razón el conductor dice: “Creemos que todos ritmos musicales son importantes y hay que respetar las preferencias de los demás”.

El ejemplo citado es uno más de los tantos momentos en los que los seres humanos hemos puesto en la mesa el tema de los gustos musicales. Rara vez encontraremos a personas que nos digan que no le importa qué canciones pongamos para escuchar. Si alguien no está de acuerdo con una elección, tiene varias maneras de expresar su reprobación: verbal (palabras, frases, oraciones, etc.), paraverbal (silbidos, ademanes, gritos,) y no verbal (ignorar su existencia, como ocurrió con la música nacional en el programa de televisión, indiferencia, etc.) Es en ese escenario que se manifiesta la discriminación.

Hablamos de discriminación cuando hay formas de distinción, exclusión, restricción y/o preferencia que tienen el objetivo anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en situaciones de igualdad de las preferencias musicales. Generalmente, las actitudes discriminatorias se asocian con color, sexo, edad, orientación sexual e identidad de géneros, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición económica, social o de salud, profesión, ocupación u oficio, grado de instrucción, procedencia, condición o apariencia física, intelectual o sensorial, vestimenta, nombre u otros parecidos.

Para nadie es extraño que en nuestro entorno se asocie los ritmos musicales con las condiciones socioeconómicas en las que se encuentra una persona. Por ejemplo, los rockeros discriminan a los que escuchan villeras y los reggaetoneros, a los que prefieren la chicha. Es así que avergüenzan y hostigan a los que, según ellos, son inferiores. Si bien las inclinaciones varían de acuerdo a los niveles sociales; sin embargo, las jerarquizaciones nacen en el instante en que los grupos se aíslan y embanderan algún ritmo como forma de diferenciación de los demás.

Obviamente, las distinciones fundadas en música no son recientes. A finales de la edad antigua, ya se hablaba de música cristiana, como “instrumento de salvación”, y música demoniaca o pagana, que llevaba a la perdición. En la edad media los trovadores discriminaban a los juglares; alegaban que ellos pertenecían a clases sociales más altas, componían y cantaban sus propias obras mientras que aquellos serían de peor condición y sólo se dedicaban a interpretar. Incluso el tema se extendía a los instrumentos; a saber, en la iglesia se permitía usar únicamente el órgano; posteriormente, ingresarían violas, flautas y otros.

Volviendo a nuestros tiempos, es menester reflexionar si hablar de que “un ritmo es mejor” tiene fundamentos. ¿Alguna vez nos hemos puesto en el lugar del otro? ¿Qué actitudes paralelas expresamos cuando hablamos de esa manera? El código lingüístico tiene su papel principal de vehículo comunicativo que permite dar a conocer esa y otras ideas. Marx manifestaba que el lenguaje es la “’realidad directa del pensamiento’, porque el pensamiento puede existir únicamente con la envoltura material de la palabra” (Canedo 1991:63), es decir, nuestras afirmaciones sobre la música tienen su origen en los procesos mentales.

Nos tenemos que preguntar el significado de “mejor”. Posiblemente, alguien diga que es el más bueno, el que es superior a los demás, pero ¿qué parámetros tomamos para llegar a esa conclusión? Tal vez el ritmo, los instrumentos empleados, la rapidez de la ejecución, la complejidad de producción o las letras. No existen criterios valederos para afirmar y emplear esa palabra.

En el programa mencionado, los defensores de cada ritmo musical defendían su punto de vista con argumentos como: “Es el mejor porque sirve para bailar bien”, “Es el mejor porque puedes expresar lo que piensas”, “Es el mejor porque está de moda” y “Es el mejor porque escucha mucha gente”. Sin embargo, en cierto modo todos los ritmos sirven para bailar, permiten manifestar el pensamiento, alguna vez han estado de moda y escucha mucha gente porque la música es un fenómeno social.

El poder político-económico determina en gran medida las preferencias. Hoy en día, varios escuchan canciones en inglés sin siquiera entender el significados de las palabras pronunciadas, con excepciones. Las generaciones más jóvenes ven los ritmos foráneos (rock, pop, baladas, reggaetón…) como aquellos que se debe cultivar porque los grandes artistas presuntamente los interpretan. Ellos son los modelos a seguir porque salen en la televisión continuamente, tienen mucho dinero, son famosos, nunca les falta conciertos y seguidores y han nacido en países poderosos donde presuntamente hay buena vida, están los mejores adelantos tecnológicos y la mejor cultura. En contraposición, no se toma en cuenta que la mayoría de esos músicos y/o cantantes son drogadictos, promiscuos sexuales, tienen problemas con la anorexia o la bulimia, personas que no tienen una familia estable, que no gozan de un criterio bien formado y promueven una vida superficial como el tener un buen cuerpo, vestir de manera extravagante, andar divirtiéndose toda la vida y cambiar de pareja como si se tratase de calcetines. Para el colmo, los medios de comunicación, los invitan para opinar sobre temas delicados.

Cuando se trata de escoger entre la música autóctona y una del exterior, generalmente se prefiere el segundo. La explicación es que se asocia al mundo indígena con el retraso económico y cultural. Autores como el citado Rowbotham contribuyeron a esa percepción al afirmar que es posible que nos imaginemos la música primitiva al observar a los “pueblos etnográficos contemporáneos”. Aseveraciones de ese tipo originan discriminaciones porque jerarquizan los géneros musicales en base a condiciones sociales, económicas o políticas de un pueblo o persona.

Lo sorprendente es que no se discrimina por las letras de las canciones sino por otros motivos que no se relacionan con los contenidos. Entre estas razones podemos mencionar:

Étnicas o raciales

“No me gusta la música autóctona. Eso es de indios”.

“El hip hop es música de negros”.

Culturales

“La música clásica es para locos”.

Generacionales

“¿Para qué vas a colocar boleritos? ¿Crees que soy viejo? Mis abuelos enamoraban con eso”.

Regionales

“Los cambas toda la vida bailan brincao, brincao nada más. Parecen conejos”.

Temporales

“La música de los 60 ya no está de moda. Actualízate”.

“La música de los 70 es lo mejor. Eso es música, la de ahora es cualquier cosa”.

Nacionalidad

“No me gusta la música peruana porque es muy fea”.

Religiosas

“Hermanos, no debemos escuchar la música mundana porque es de los pecadores”.

Sociales

“Sólo los ayudantes escuchan música chicha”.

“La chicha es de la clase baja”.

“La música villera es de las villas”.

Apariencia física

“Los rockeros vestimos ropa elegante. Los villeros visten como indigentes”.

“Estaba vestido como rapero. Seguramente, es ladrón”.

“¿Cómo es posible que esa cholita escuche rock? No le queda bien”.

Instrumentales

“No debería ir a esa fiesta, con “qhantu” no más estaban. No tenían banda ni amplificación. Si no tenían dinero, no deberían organizar nada”.

Melódicas

“Dicen que a Marcelo le gusta la chicha ¡Qué malos gustos tiene! A mí no me gusta esa música bulliciosa”.

“Yo no voy a las invitaciones de mis amigos porque hacen tocar sólo chichas y peruanitos. No están en mi ‘honda’".

Como está demostrado, no se da importancia al mensaje cuando se discrimina. Es más, muchas veces no se sabe lo que se canta. Muchas canciones se han convertido en exitosas tan sólo por tener un ritmo y/o melodía pegajosos y contagiosos. Algunas inclusive no nos dicen nada sobre la realidad que vivimos, simplemente han sido creadas con rellenos verbales para comercializarlas y ganar dinero. Veamos algunos ejemplos:

CHUCULUN
(Don Omar)
Quiere chuculun; toma, toma chuculun.
Quiere chuculun; toma, toma chuculun.
Quiere chuculun; toma, toma chuculun.
Quiere chuculun; toma, toma chuculun. (fragmento)

Esta canción es uno de los éxitos más conocidos de Don Omar ¿Quien ha cuestionado las preferencias de los que la escucharon? ¿Acaso no se afamó el tema musical referido solamente por el ritmo o porque cantaba un intérprete muy conocido? Lo único que encontramos al leer es la repetición de una serie de palabras que casi no dicen nada. ¿Qué quiere decir chuculun? Muchos han entendido como la referencia al acto sexual. Si la comparamos con el contenido de varias canciones de música autóctona, claramente a Don Omar le ha faltado inspiración. Seguramente, muchos elegirían “El Chuculun” y discriminarían a los que escuchan una “Qhachwa”. En consecuencia, se demuestra otra vez que las discriminaciones no se fundan en las letras de las canciones.

MUEVE LAS POMPAS
(Axe Bahia)
Mueve la pom pompa(x4)
para abajo, bajo; (mujeres)
para arriba riba riba (mujeres) (x4)
para atras tras tras (x4)
mueve la pom pompa (x4)
mujeres
pompas, pompas;
los hombres,
pompas, pompas(x4)… (fragmento)

LA BOMBA
(Azul Azul)
La bomba, (sensual)
un movimiento sensual (sensual),
un movimiento muy sexy (sexy),
un movimiento muy sexy (sexy)
y aquí se viene Azul Azul con este baile que es una (bomba).
Para bailar esto es una (bomba),
para gozar esto es una (bomba),
para menear esto es una (bomba)… (fragmento)

Hay canciones que sólo sirven para bailar, en otras palabras, lo que se diga no importa. La función principal de los dos casos anteriores es simplemente buscar la respuesta física de los receptores. En lugar de transmitir valores constructivos y necesarios para la sociedad, lo único que hace la primera canción es tratar de enseñar a mover los glúteos, lo que es realmente fútil. La segunda, de forma parecida, trata de convencer que bailar de manera provocativa causa buenos resultados. Se dice que el baile es “una bomba”, con la pólvora de los movimientos sensuales, sexys y meneados ¿No sería mejor que los intérpretes usasen estos ritmos contagiosos para transmitir la honestidad, la humildad u otros principios constructivos? Con seguridad, alguno de los que han gustado de estos temas musicales ha discriminado a otro que escuchaba una cumbia chicha con buena letra.

Como ya se dijo con anterioridad, generalmente no hacemos el esfuerzo de entender lo que estamos diciendo. Clara muestra de ello es la letra del Himno Nacional. Desde niños, la entonamos al izar la Bandera en la escuela, pero ¿cuál es el mensaje que tiene?

HIMNO NACIONAL DE BOLIVIA
(José Ignacio de Sanjinés, Benedetto Vincenti)
Bolivianos, el hado propicio
coronó nuestros votos y anhelo;
es ya libre, ya libre este suelo,
Ya cesó su servil condición. (fragmento)

Según esta primera parte, el suelo (territorio) es libre, pero no dice nada sobre los habitantes ni el gobierno. Como si se cumpliese lo enunciado en el himno, actualmente, el país depende política y económicamente de otros con mayor poder. El territorio antes sometido por los españoles hoy tiene otro nombre y es habitado por una población que está bajo la influencia de potencias extranjeras, quienes condicionan su ayuda al servicio de sus intereses. Se puede entender también que al decir “suelo” se involucra a los que viven en ella; pero lo cierto es que Bolivia no es un estado completamente independiente. De esa manera, es posible analizar cualquier pieza musical; sin embargo, por la extensión de este trabajo sólo se tomó en cuenta muy pocos ejemplos. Veamos el siguiente:

KALUYO TRADICIONAL
VALLEGRANDINO
(Benjo Cruz)
Al pobre nadie le da,
al pobre nadie le presta
y si algo llega a tener,
gotas de sangre le cuesta. (fragmento)

A diferencia de los anteriores, en cuatro líneas, Benjo Cruz trata de reflejar la situación de los pobres en la sociedad. Es evidente que los ricos pueden acceder con facilidad a préstamos bancarios, están rodeados de personas que tratan de agradarlos y consigue bienes sin demasiada dificultad. En contraposición, el menesteroso es abandonado a su suerte.

Es evidente que no todas las canciones son malas o tienen mensajes frívolos. Un ejemplo claro de lo mencionado es “La Patria” de Juan Enrique Jurado que ha sido aceptada por toda la población. Sin embargo, si se tratase de cuantificar, pocos serían los temas musicales que ostentan valores positivos. En ese entendido, ¿será que los músicos son los culpables por no componer canciones con mensajes constructivos? ¿somos nosotros los que seleccionamos mal? En realidad, “verdaderos artistas” no son muchos y es necesario elegir mejor lo que escuchamos porque gracias al público existen famosos. Si rechazásemos interpretaciones carentes de sentido, con toda certeza los grupos escribirían mejor.

IDEOLOGÍAS Y DISCURSOS MUSICALES

La discriminación se incuba en las ideologías diferenciadoras, segregacionistas, restrictivas y/o preferenciales. Ideología es el conjunto de “creencias cognitivas fundamentales que están en la base de las representaciones sociales compartidas por los miembros de un grupo”. (Meersohn 2005). Van Dijk manifiesta que “un sistema ideológico está relacionado con las cuestiones socialmente relevantes, tales como político, religión, arte o educación” (1980:38). La música al ser arte es importante para la sociedad y, por consiguiente, se genera ideologías en torno a ella. El mismo autor señala que una ideología no únicamente está constituida por creencias y conocimientos sino también por opiniones y actitudes. Estas últimas organizan las creencias y opiniones así como son determinantes para generarlas. Si una persona menciona que tiene ideología propia sobre los ritmos musicales está equivocada porque no existen ideologías personales sino usos individuales de la ideología, o sea, las ideas discriminatorias son colectivas.

Debido a que las ideologías intolerantes desembocan en discriminaciones, es muy peligroso que los grupos sociales se involucren en ellas. Los más vulnerables son los más jóvenes porque ellos se encuentran en una situación donde están recién organizando sus ideologías, en contraste, una persona mayor ya se ha definido por una corriente ideológica y su tendencia musical no cambiará con facilidad. Es de conocimiento general que el joven convive con la música; por ello, está bajo su poderosa influencia. Estando en un periodo en que está formando su identidad, prácticamente el tipo de música, la vestimenta, los modos de hablar, los estilos de peinados y las formas de pensar de sus íconos musicales les harán decidir por alguna corriente ideológica; que en caso extremo podría ser discriminatoria y ajena a la realidad circundante.

El aludido Van Dijk indica que es posible expresar o formular las creencias, incluyendo las ideologías, en lenguaje natural. Por consiguiente, es posible averiguar qué características tienen mediante el análisis del discurso. Las ideologías tienen una estructura polarizada a causa de la categorización de grupos endógenos y exógenos, así como de la competencia o conflicto entre ellas. Los miembros de estas agrupaciones son determinados por modelos mentales que controlan sus discursos, los mismos que pueden ser resumidos en lo que el mismo autor denomina “cuadrado ideológico” o “estrategias globales” que son las siguientes:

• Hacer énfasis a nuestras cosas buenas

• Hacer énfasis a sus cosas malas

• Minimizar nuestras cosas malas

• Minimizar sus cosas buenas.

Las estrategias mencionadas pueden ser aplicadas a cualquier tipo de discurso ideológico, lo referente a la música en nuestro caso. Para estudiarlos, es necesario considerar categorías de análisis. Entre muchos tenemos:

Autoglorificación

Se realiza mediante referencias positivas o apologías sobre el ritmo musical, canción y/o estilo preferido.

“El rock es lo mejor”.

Autopresentación Positiva

Se presenta en el favoritismo por el grupo ideológico propio. Existen otras formas menos directas como enfatizar la tolerancia hacia los ajenos, la carencia de prejuicios, empatía, apoyo a la libre elección de los gustos musicales; sin embargo, con una íntima intención de sobreponer los ritmos favoritos suyos en detrimento de otros.

[Empatía aparente] “El caporal es bonito, también el vals; pero prefiero el primero”.

Autoridad

Consiste en recurrir a argumentos y nombres de personas, organizaciones e instituciones influyentes, famosas y expertas que en alguna ocasión dieron a conocer sus preferencias musicales.

“Según el Canal 89, la lambada es el ritmo más escuchado”.

Carga (topos)

Son argumentos habituales que se presuponen. En cuanto a la música, por ejemplo, se da por descontada la pregunta de qué ritmo se debe escuchar porque se supone que la persona que está a cargo elegirá un ritmo que está de moda o es exitoso. En ese contexto pueden aparecer preguntas como el siguiente, al escuchar una canción que no es agradable para alguien:

“¿Por qué tenemos que escuchar eso? No está de moda”.

Categorización

Las personas son clasificadas de acuerdo a sus preferencias. Así se puede hablar de buenos gustos versus sus malos gustos.

“Yo tengo buenos gustos, tú no”.

Comparación

Al cotejar, se atribuye cualidades negativas a los grupos exógenos o a sus preferencias y positivas a los endógenos.

“No somos como ustedes, que escuchan música chicha”.

Consenso

Buscar un acuerdo al momento de encontrarse en una situación de elegir los ritmos musicales y/o canciones que se quiere escuchar, pretendiendo mostrar tolerancia a las preferencias de los demás, lo que no implica que no haya censura.

“Mejor escuchemos de todo un poco. Para mí ponen reggaetón, por favor”.

Contrafácticos

Es imaginar una situación hipotética en el caso de que fuesen las preferencias de los otros los que prevaleciesen. Se sugerirá lo negativo de ese escenario.

“¿Qué pasaría si todos escuchasen villeras? Sería lo peor”.

Descripción del Actor

Dar a conocer las cualidades, aspectos, características y facetas de los miembros de los grupos ideológicos musicales. Los propios son presentados de manera neutral o positiva y los ajenos negativamente.

“Hace dos días vi a un chichero. Estaba vestido de una manera muy horrible y su peinado no le quedaba”.

Desmentidos

Implica salvaguardar las apariencias expresando las características positivas de nuestra postura sin dejar de sacar a luz las propiedades negativas de lo que rechazamos.

“Yo no estoy en contra de la tarqueada, pero ¿por qué no bailamos algo mejor?”.

Ejemplificación/Ilustración

Sucede en el momento en que citamos datos o hechos musicales concretos para impactar emocionalmente en el otro. Es posible, que sirva para menospreciar al grupo ajeno.

“Los rockeros perdieron en el duelo musical del día sábado”.

El Juego de los Números

Se apela a datos estadísticos o números para, de esa manera, demostrar la superioridad de nuestro ritmo y/o canción predilectos.

“De acuerdo con una encuesta realizada por la Radio XYZ, el 57% prefiere los caporales”.

Eufemismo

Se expresará con decoro el pensamiento negativo sobre el grupo ideológico musical extraño y se suavizará lo malo del grupo al que se pertenece.

“No me gusta los peruanitos”.

Evidencia

Esta categoría se caracteriza por la presentación de pruebas o demostraciones de conocimientos u opiniones musicales. Si se cita fuentes, éstas se relacionan con la intertextualidad.

“La Revista Novedades dio a conocer que la música romántica es la más popular”.

Expresión Normativa

Es un discurso dirigido a lo que se debe o no se debe hacer. Por ello recibe esta denominación.

“Tenemos que hacer que la cueca sea el ritmo más escuchado”.

Generalización

Las personas que emplean este tipo de discurso suelen universalizar algún suceso o dato concreto.

“En carnavales, todos bailaban diablada. Definitivamente, es el ritmo número uno de nuestro país”.

Hipérbole

Mejorar el significado aumentando o disminuyendo excesivamente aquello que se quiere expresar, es decir, exagerar los atributos positivos nuestros y aminorar los suyos así como exagerar las particularidades negativas suyas y aminorar las nuestras.

“La chicha es el ritmo más horrible que puede haber”.

Implicación

Pragmáticamente, no es necesario mencionar todo lo que se quiere comunicar porque es posible que los destinatarios lo infieran. Lo anterior sucede en virtud a que en un evento comunicativo, donde se habla sobre música, existen conocimientos y actitudes compartidas entre emisores y receptores.

“¿No tienes una mejor canción?”. (Implica que “no me gusta el tema musical que elegiste”)

Ironía

Puede ser que una persona busque dar a entender lo opuesto a lo que dice. La entonación juega un papel preponderante en este tipo de discursos.

“¡Qué buena música escuchas!”

Lexicalización

La lexicalización surge en el instante en que se trata de transmitir algo, pero con palabras de significantes diferentes y significados similares.

“La música nacional es cultura”.

Metáfora

Se acude al uso del sentido figurado en lugar del habitual, mediante una comparación implícita. Es de esa forma que se trata de graficar la situación musical en cuestión.

“Todos enloquecieron con los huayños”.

Polarización, Categorización Nosotros-Ellos

La polarización es mostrar dos partes en contraposición. Se hablará, por ejemplo, de nosotros/ellos, buenos/malos, amigos/adversarios (o enemigos), bonito/feo, nuestros gustos musicales buenos/sus gustos musicales malos, etc.

“En la discoteca, ponen música alegre; en cambio, en el karaoke sólo cantan temas tristes”.

Populismo

Se recurrirá al argumento de que el pueblo (la gente) prefiere tal o cual ritmo.

“La mayoría escucha morenada”.

Presentación negativa del otro

Así como se hace una autopresentación positiva, también se muestra negativamente a los que no pertenecen a nuestro grupo ideológico musical.

“Los reggaetoneros promueven el desprecio y la utilización de la mujer”.

Presuposición

En muchas ocasiones, se da por sentado un argumento o hecho por lo que ya no se cree necesario manifestarlo.

“¿Qué es éso? ¿Es música?” (Lo dicho por alguien como forma de reacción ante la no esperada elección de un ritmo que no le agrada)

Vaguedad

Se expresa de manera imprecisa mediante palabras como mucho, poco, varios, etc. En otros términos, no hay exactitud en el discurso.

“A muchos les gusta el reggaetón, pocos escuchan el jazz”.

Victimización

Esta categoría consiste en hacer víctimas tanto a los propios como a los ajenos, de acuerdo a la situación y la conveniencia.

“Había un velorio en la casa del vecino. Toda la noche me han torturado con música fúnebre”.

Si bien no todos los ejemplos mencionados poseen una carga discriminatoria, nos permiten identificar con claridad las posturas ideológicas. Siempre que exista un comentario habrá una intención comunicativa y actitudes hacia los propios como hacia los ajenos. Cuando de música se trata, los hablantes normalmente defienden sus preferencias y menosprecian las que no consideran buenas.

También es menester hacer notar que el discurso ideológico es el vehículo principal para formar la identidad, obviamente bajo ciertas condiciones políticas, económicas y culturales. “Yo no quiero bailar tarqueada, prefiero caporales” mencionaba alguien al momento de elegir la danza que presentaría la Carrera de Lingüística e Idiomas en la VIII entrada Universitaria de la UPEA. Con ello daba a conocer su condición de anti indigenista y pro mestizo supuestamente superior a las personas a quienes representa la tarqueada. Su ideología se basará en la creencia de que la danza es de una cultura inferior, de mal gusto, anticuada, rural, de pobres y, posiblemente, ridícula. Por ende, el análisis del discurso nos permite conocer la inclinación política, económica, social, identitaria, ideológica y cultural de una persona.

De esa manera, la música, así como la lengua, se constituye en un marcador de la identidad sociocultural. Alguien que no se siente parte del grupo que habla una lengua o escucha cierto(s) ritmo(s) musical(es) tampoco se sentirá identificado con sus valores culturales y creerá ser ajeno al contexto que lo rodea. En otras palabras, son las personas quienes delinean las fronteras con los grupos con quienes no se identifican. Al momento en que nos inclinamos por un ritmo musical propio o extraño también estamos decidiendo a que cultura creemos mejor y con nuestro concurso la fortalecemos y actuamos como agentes de difusión, consolidación, defensa y reivindicación de la misma.

Respecto a la cultura, existen elementos propios que son aquellos que han sido recibidos de nuestros padres, los que producimos, reproducimos, mantenemos o transmitimos; en contraposición, estarán los elementos culturales ajenos. Guillermo Bonfil al relacionar los elementos y las decisiones culturales nos habla de cultura autónoma cuando hay independencia de lo externo teniendo los elementos propios como patrimonio; hay cultura impuesta en el caso de que tanto los elementos como las decisiones son ajenos al grupo; una cultura apropiada se caracteriza por que las decisiones son propias acerca de los elementos culturales ajenos y una cultura será enajenada en el momento en que las decisiones sobre los elementos propios son tomadas por extraños a la misma cultura. Entonces, es pertinente preguntarse ¿Cuál es nuestro ámbito cultural?

La respuesta es clara: muchas personas están alienadas, es decir, prefieren elementos culturales ajenos, fruto de ideologías también ajenas. Es más grave si consideramos que las decisiones sobre esos elementos no son tomadas por nosotros. Existe una jerarquización socio-racial producida por la importación de modelos y estilos de vida de occidente que generaron personas militantes de lo extranjero, alienados por la presión y la manipulación ideológica y cultural. Por ello, muchos indígenas abandonan su atuendo, su lengua, sus costumbres, sus tradiciones, sus formas sociopolíticas y económicas de organizarse y, desde luego, su música para imitar a lo que aparentemente viene con el rótulo de “es lo mejor”. Si una persona no se pone al corriente de los nuevos ritmos, es discriminada cuando se le dice “Entonces, ¿qué tipo de música escuchas?”, insinuando que no tiene buenos gustos, que está atrasado culturalmente y, por último, con tal interrogante se le hace conocer que no es parte del grupo que le rodea. En esa situación, el hombre o la mujer aludido(a) se encontrará en una dura decisión: abandonar sus gustos musicales para incorporarse al grupo que lo cuestiona o ser consecuente con sus preferencias y defender su cultura, ideología e identidad. En pocas palabras, la alienación se da por influencia externa en la consciencia sociocultural debilitada de una persona.

Cuando alguien se aliena, en nuestro entorno social, contradice los principios milenarios de igualdad, solidaridad, reciprocidad y complementariedad. Por consiguiente, querrá hacer valer su autoritarismo, promoverá la construcción vertical de la vida social, auspiciará la dominación, se conformará y se resignará a aceptar pasivamente lo que nos imponen, buscará la sumisión de los que son distintos y pasará por alto la explotación del hombre por el hombre. En el campo musical, pasa lo mismo cuando un individuo se identifica abierta y fanáticamente con algún ritmo extranjero.

Más allá de las ideologías y los discursos que generan la discriminación, están los usos y las funciones que cumple la música. Según Merriam, los usos son “las formas en que la música se emplea en la sociedad humana, a la práctica habitual o al ejercicio de costumbre de la música ya sea como una cosa en sí misma o en conjunción con otras actividades” (1964:210) y la función es “la efectividad específica de la música en tanto ella satisface los requerimientos de la situación, o en tanto responde a un propósito objetivamente definido; esto involucra la igualación de la función con el propósito” (1964:218). Las funciones fundamentales de la música son la expresión emocional, el goce estético, el entretenimiento, la comunicación, la representación simbólica, la respuesta física, el forzar conformidad a las normas sociales, la validación de las instituciones sociales y los rituales religiosos, la contribución a la continuidad y estabilidad de la cultura y la contribución a la integración de la sociedad. En nuestro medio, los roles más conocidos llegan a ser la diversión, la manifestación de las emociones y la respuesta física.

La música se estructura conceptual, simbólica y filosóficamente de acuerdo a su contexto de origen. Tal es la razón para que los usos y las funciones sean distintos de acuerdo a la cultura. Por ejemplo, entre los pueblos indígenas la música es sociocomunitaria, igualitaria, cíclica y expresa valores que consolidan la cultura respetando los ajenos; por su lado, las canciones occidentales son individualistas, jerarquizantes, lineales y manifiestan valores globalizantes que pretenden modificar el comportamiento social. En relación a las fiestas aymaras urbanas, Carrillo sostiene que “se caracterizan por la interrelación de diversas familias, cuyos vínculos de compromiso mutuo y alianza se van consolidando a través de fiestas, donde se establecen nuevos tejidos de parentescos rituales” (2011:101); por supuesto en ellas no falta el elemento musical.

En la misma dirección, la música autóctona es una forma de describir y narrar el mundo en el que vivimos. Permite transmitir, emociones, tradiciones, ritualidad e historia que conforman cultura. En el caso aymara, una de las características es el uso diferenciado que se da a la música durante todo el año, de acuerdo al ciclo agrícola. En la época de lluvia (jallu pacha) o etapa femenina, se toca instrumentos como los pinquillos, las tarkas y los mohoseños. Durante la época seca (awti pacha) o etapa masculina, se ejecuta instrumentos de caña con tubos abiertos como los sikus, los pífanos o palawitas, las quenas, los ayrachis o las jula julas. Estos instrumentos producirán sonidos musicales que serán empleados en diferentes momentos de la vida social como la “irpaqa” (petición de mano), la visita de los espíritus (ajayus), la challa, la cosecha, el marcado de animales, el enamoramiento de los jóvenes, el recordar a los muertos, la siembra, etc.

Es también muy interesante la manera como la complementariedad, la reciprocidad y el binomio hombre mujer (chacha-warmi) se expresan cuando se toca los instrumentos. Los sikus se ejecutan de forma dialogada entre dos personas; el arka, considerado el varón, tiene más tubos, es de mayor tamaño, y es el que responde o sigue; en cambio, la ira juega el papel de la mujer y es la que pregunta y guía. La música entre los andinos es una forma de resolver las diferencias de manera pacífica porque al existir varios conjuntos en un mismo lugar se simula una especie de batalla y no se prioriza la violencia física. Los músicos no son considerados “ídolos” porque son uno más de todos, y lo más importante, iguales a todos los demás. No se tiene grupos musicales estrictamente definidos ya que en el momento necesario una persona se puede integrar a una agrupación, que también posiblemente nació en ese instante. La música ayudó a conservar la cultura durante muchas generaciones, acompañada de la tradición oral, es una expresión de la cosmovisión así como es parte de la ritualidad y el cotidiano vivir.

En Bolivia, teniendo una gran variedad en cuanto a música y cultura, no la sabemos administrar adecuadamente. En palabras de Bertoni, “La diversidad existente […] se la puede comprender como riqueza, en otros países que carecen de diversidad territorial, cultural” (Bertoni 2011:35); sin embargo, no la apreciamos de esa manera. Por ello, si las dificultades, los problemas, las discriminaciones y el racismo nos perjudican es necesario que nos liberemos de los prejuicios que nos esclavizan para tratar a los demás como quisiéramos que nos traten.

CONCLUSIONES

La música es un medio de expresión de los seres humanos. Esa es la razón por la que presenta facetas positivas y negativas. Deja fluir tanto las virtudes como los defectos. Sin ella, no se puede comprender nuestra existencia porque es uno de nuestros rasgos casi exclusivo. Gracias a su poderosa influencia, muchos comportamientos se modifican o consolidan.

La discriminación fundamentada en música crea distanciamientos y genera malestar porque deja a la luz una aparente jerarquía. Los afectados se ven en la difícil determinación de abandonar sus gustos o revelarse ante la presión. Lo más irónico es que las discriminaciones no se basan generalmente en las letras de canciones sino en aspectos inherentes a raza, cultura, generación, región, tiempo, nacionalidad, religión, nivel social, apariencia física, instrumentos con que se interpreta o melodía. Prueba clara de ello es que hay canciones que no tienen mensajes bien elaborados que, en ocasiones, ni siquiera son comprendidos. Tendemos a considerar mejor lo nuestro y peor lo de otros, en cuanto a preferencias musicales. El discurso nos permite conocer tales creencias. Discriminar es realizar las ideologías teñidas de prejuicios.

La alienación es una forma de apoyar la desaparición de nuestra cultura porque reproduce ideologías ajenas. Si buscamos que nuestro país sea intercultural, requerimos respetar nuestras diferencias, buscar la igualdad, luchar contra la discriminación de cualquier índole, conservando nuestra identidad. Hacemos ídolos a los músicos extranjeros y pordioseros a los nuestros. Nuestra música tiene muchas virtudes que cohesionan a la sociedad, pero ¿por qué defendemos lo extranjero a tal punto de discriminar a los que prefieren lo que hay en nuestra tierra? Que los extranjeros defiendan lo suyo y nosotros lo nuestro.

BIBLIOGRAFÍA

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BONFIL, Guillermo (1989) La Teoría del Control Cultural en el Estudio de Procesos Étnicos, Caracas, Arinsana Nº 10

CANEDO CHAVEZ, Juvenal (1991), Antropología Filosófica, La Paz, Producciones CIMA

CARRILLO, Javier (2011), Mercantilización de las Instituciones Andinas en el Ámbito Laboral Urbano: “Redes Sociales” en: Análisis Social 2. El Alto: UPEA-Carrera de Sociología

CPMGA (2007).Dossier de contenidos Nivel I, Introducción a la ciudadanía y los derechos humanos. La Paz: Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza

DÁVALOS, Marcelo (2011), Jóvenes: Alma del Cambio y Revolución Cultural en: Jóvenes y la Interculturalidad Democrática, La Paz, Instituto de Desarrollo y Gobernabilidad-IDG

DIEZ, Ignacio (2011), Interculturalidad y Democracia: Una Perspectiva Juvenil en: Jóvenes y la Interculturalidad Democrática, La Paz, Instituto de Desarrollo y Gobernabilidad-IDG

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MEERSON, Cynthia (2005), Introducción a Teun Van Dijk: Análisis del Discurso en: Cinta de Moebio, Santiago, Nº 024, diciembre

MERRIAM, Alan (1964), The Anthropology of Music, Evanston, Northwestern University Press.

ROWBOTHAM, John (1893), A History of Music to the Time of the Troubadours, Nueva York & Londres, Scribner’s Sons

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WALLASCHEK, Richard (1893), Primitive Music. An Inquiry into the Origin and Development of Music, Songs, Instruments, Dances, and Pantomimes of Savage Races, Londres, Longmans, Green & Co.

2 comentarios :

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ELECCIONES DE LA FUL

GANO EL VOTO NULO

La Federación Universitaria Local es la máxima instancia de representación y de cogobierno universitario de los estudiantes de la UPEA, es por eso que las camarillas intentan controlarla a cualquier precio, incluso a costa de hacer fraude, intimidar, amenazar y mentirle a los estudiantes.

Estos grupos le han hecho bastante daño a nuestra institución, nos han impuesto un comité electoral, el cual han financiado y asesorado. Mientras los estudiantes éramos reprimidos por el gobierno, ellos negociaban y traicionaban al movimiento estudiantil, y por abajo, preparaban la farsa electoral para colocar una F.U.L. que se venda por un vaso de cerveza, aprovechando que estamos en exámenes y la mayoría de los estudiantes están desinformados. Ahora que recibieron un revés en las urnas quieren imponernos unos resultados adulterados y fraudulentos preparados de antemano a su conveniencia.

¿Porque? Para el próximo año algunos docentes y el rector ilegal preparan un CONGRESO UNIVERSITARIO con el objetivo de eliminar la Periodicidad de Cátedra, Evaluación Permanente de Docentes, el Voto Universal y todas las conquistas democráticas de los estudiantes de la UPEA, para implantar el escalafón y titularidad docente, que en los hechos significa la eternización en sus materias, la dictadura docente, y el despilfarro de los recursos económicos en cuantiosos sueldos, salarios, y contratación de sus llunk’us como administrativos, en vez de destinar el presupuesto en mejorar las condiciones de estudio, aulas, infraestructura, bibliotecas, laboratorios, etc. Por eso el señor Dámaso Quispe, autoridad ilegal de la UPEA, necesita tener una F.U.L. servil que no se oponga a sus oscuros intereses y le permita seguir prorrogándose en su cargo.

LOS MATONES A SUELDO, AUSPICIADOS POR LOS MASÍSTAS VENDIDOS DE LA C.U.B. Y EL COMITÉ ELECTORAL, QUE TIENE A DISPOSICIÓN LA CHEQUERA DE DÁMASO Y HACE TODO LO POSIBLE PARA CUMPLIR LAS ÓRDENES DE SU JEFE, SE NIEGAN A PUBLICAR LOS RESULTADOS COMPLETOS DE LAS ELECCIONES PORQUE ESTÁN TRABAJANDO EN PREPARAR EL FRAUDE ALTERANDO LA CANTIDAD DE VOTOS.

A las autoridades ilegales y su camarilla de llunk´us les avisamos de antemano que no vamos a permitir que conviertan la UPEA, que le ha costado sangre a nuestro pueblo, en su hacienda donde puedan parasitar y engordar a costa del dinero de los estudiantes como gamonales y reyezuelos feudales, mientras los estudiantes están pisoteados, reducidos sin voz, ni derechos. Las camarillas sueñan si creen que los estudiantes vamos a permitir que nos pisoteen y atenten contra las máximas conquistas democráticas de todo el movimiento estudiantil boliviano: EL VOTO UNIVERSAL Y LA PERIODICIDAD DE CÁTEDRA. Por eso la única garantía de velar por nuestra universidad está en la unidad de los estudiantes politizados y organizados, en las máximas instancias de decisión como la ASAMBLEA para expulsar a los que dañan a nuestra institución.

CONTRA EL FRAUDE DEL COMITÉ ELECTORAL: ORGANIZAR LA REBELIÓN ESTUDIANTIL

¡Viva el Voto Universal y la Periodicidad de Cátedra!

¡Viva la UPEA al servicio del pueblo!

¡Viva la unidad del estamento estudiantil!

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ELECCIONES PARA LA F.U.L.
GANÓ EL VOTO NULO
La Federación Universitaria Local es la máxima instancia de representación y de cogobierno universitario de los estudiantes de la UPEA, es por eso que las camarillas intentan controlarla a cualquier precio, incluso a costa de hacer fraude, intimidar, amenazar y mentirle a los estudiantes.
Estos grupos le han hecho bastante daño a nuestra institución, nos han impuesto un comité electoral, el cual han financiado y asesorado. Mientras los estudiantes éramos reprimidos por el gobierno, ellos negociaban y traicionaban al movimiento estudiantil, y por abajo, preparaban la farsa electoral para colocar una F.U.L. que se venda por un vaso de cerveza, aprovechando que estamos en exámenes y la mayoría de los estudiantes están desinformados. Ahora que recibieron un revés en las urnas quieren imponernos unos resultados adulterados y fraudulentos preparados de antemano a su conveniencia.
¿Porque? Para el próximo año algunos docentes y el rector ilegal preparan un CONGRESO UNIVERSITARIO con el objetivo de eliminar la Periodicidad de Cátedra, Evaluación Permanente de Docentes, el Voto Universal y todas las conquistas democráticas de los estudiantes de la UPEA, para implantar el escalafón y titularidad docente, que en los hechos significa la eternización en sus materias, la dictadura docente, y el despilfarro de los recursos económicos en cuantiosos sueldos, salarios, y contratación de sus llunk’us como administrativos, en vez de destinar el presupuesto en mejorar las condiciones de estudio, aulas, infraestructura, bibliotecas, laboratorios, etc. Por eso el señor Dámaso Quispe, autoridad ilegal de la UPEA, necesita tener una F.U.L. servil que no se oponga a sus oscuros intereses y le permita seguir prorrogándose en su cargo.
LOS MATONES A SUELDO, AUSPICIADOS POR LOS MASÍSTAS VENDIDOS DE LA C.U.B. Y EL COMITÉ ELECTORAL, QUE TIENE A DISPOSICIÓN LA CHEQUERA DE DÁMASO Y HACE TODO LO POSIBLE PARA CUMPLIR LAS ÓRDENES DE SU JEFE, SE NIEGAN A PUBLICAR LOS RESULTADOS COMPLETOS DE LAS ELECCIONES PORQUE ESTÁN TRABAJANDO EN PREPARAR EL FRAUDE ALTERANDO LA CANTIDAD DE VOTOS.
A las autoridades ilegales y su camarilla de llunk´us les avisamos de antemano que no vamos a permitir que conviertan la UPEA, que le ha costado sangre a nuestro pueblo, en su hacienda donde puedan parasitar y engordar a costa del dinero de los estudiantes como gamonales y reyezuelos feudales, mientras los estudiantes están pisoteados, reducidos sin voz, ni derechos. Las camarillas sueñan si creen que los estudiantes vamos a permitir que nos pisoteen y atenten contra las máximas conquistas democráticas de todo el movimiento estudiantil boliviano: EL VOTO UNIVERSAL Y LA PERIODICIDAD DE CÁTEDRA. Por eso la única garantía de velar por nuestra universidad está en la unidad de los estudiantes politizados y organizados, en las máximas instancias de decisión como la ASAMBLEA para expulsar a los que dañan a nuestra institución.
CONTRA EL FRAUDE DEL COMITÉ ELECTORAL: ORGANIZAR LA REBELIÓN ESTUDIANTIL
¡Viva el Voto Universal y la Periodicidad de Cátedra!
¡Viva la UPEA al servicio del pueblo!
¡Viva la unidad del estamento estudiantil!